El siglo XVII trajo la era de la revolución
científica, quizás el cambio de orientación más importante en la historia de la
ciencia. Los estudiosos empiezan a preguntarse cómo ocurren
las cosas. El "nuevo método", una actitud nueva ante la
ciencia, consistía en investigar la naturaleza con los propios sentidos y expresar
las observaciones científicas en un lenguaje matemático exacto. La
importancia del razonamiento especulativo cedía terreno ante la experimentación
y el método hipotético-deductivo, científico por excelencia. La interpretación
de los fenómenos desde una óptica mecanicista, acompañada de una base
matemática, se impuso.
Galileo sintetizó ese espíritu de ataque a lo tradicional. Su
ruptura propició después el camino de Newton, en el que el método científico
permite la generalización de la Mecánica clásica. La evolución de la Ciencia se
apoyó también en nuevas corrientes del pensamiento aportadas por Descartes y
Bacon. El racionalismo cartesiano apoyó la generalización del método matemático
y la visión mecanicista del universo, pero no creía en la experimentación y
desconfiaba de los sentidos. Frente a él, Francis Bacon fue un elocuente
defensor del método inductivo y de la experimentación. Otros pensadores
siguieron por la línea del racionalismo, de Spinoza a Locke y Leibnitz,
impulsando destacadamente algunas áreas del conocimiento.La cuna de la ciencia, que había estado centrada por más de un siglo en Italia, sufrió un desplazamiento hacia otras áreas geográficas motivado por razones sociológicas. Los paises del ámbito germánico y los paises anglosajones comienzan a realizar aportaciones significativas. Por otra parte, comienzan a germinar las sociedades de científicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario